Más de cincuenta personas conformaron las familias misioneras que participaron de esta celebración.
El pasado 22 de octubre se celebró en todo el mundo el “Domingo Universal de Misiones” y nuestra diócesis realizó una jornada especial. El día comenzó con la celebración de una misa, presidida por el Padre Marco Antonio Torres, Director diocesano de la infancia misionera, y luego los asistentes participaron de un almuerzo en el restaurante Aravena de El Monte, concluyendo la jornada con actividades al aire libre.
El evento contó con la participación de más de 50 personas, entre niños, adolescentes, adultos, sacerdotes y religiosas. Todos los asistentes, pertenecientes a familias misioneras, disfrutaron el poder compartir un espacio diferente de reflexión en torno al lema del encuentro “Corazones ardientes, pies que caminan”, en donde además se le dio énfasis a la paz.
Durante la Eucaristía se presentaron ofrendas florales y frutales representativas de la zona, contando con la participación de comunidades como El Monte, El Paico y El Carmen.
Para ahondar un poco más sobre este tema tan importante, el Padre Marco Antonio Torres comentó en relación a su experiencia: “Las misiones son una tarea siempre vigente en la Iglesia, todos somos misioneros ya que a la salida de la misa se supone que todos deberíamos salir a transmitir el sentido de lo que hemos vivido y aprendido por todas partes”.
“Mirando también la realidad de hoy en que los jóvenes pareciera que están un poco dispersos, muy conectados con las redes sociales, es muy importante la tarea de entusiasmarlos en el Señor. Eso se puede hacer a través de actividades que les ayudan a fortalecer su voluntariado”, afirmó.
Agregó que por otro lado “los jóvenes han perdido interés con asistir a misa, entonces la pregunta es cómo atraerlos. Yo creo que el trabajo de voluntariado es una pista y también el tema de la vida familiar, ya que, si los papás no se animan, será difícil que los jóvenes se enganchen. Nosotros, como Iglesia, tenemos que ayudar a las familias a encontrarse, a dialogar más y a valorar la presencia de Dios. Por ejemplo, que trabajen la pregunta: ¿Qué cosas buenas ves en los demás? y después qué cosas podemos mejorar desde la presencia de Dios y el Evangelio”.
“Si la fe se fortalece en las familias van a ir surgiendo también las vocaciones a la vida sacerdotal, religiosa y a servir a los demás. También a hacerlo desde la alegría, ya que vivimos en un mundo amargado, tan urgido, donde andamos con la cara larga. Los sacerdotes y todos tenemos que tener un corazón más alegre, más confiado en el Señor”, finalizó el Padre Marco Antonio Torres.
Recuadro:
Les queremos recordar que cada Domingo Universal de Misiones (DUM) se realizará también la colecta destinada a las misiones. El aporte generoso de cada comunidad será de mucha utilidad para las comunidades en tierras de misión en diversas partes del mundo.
