Querida comunidad, los saludo afectuosamente en esta nueva edición de nuestra Revista Iglesia en Salida, teniendo muy presente en mi mente en especial a los jóvenes de nuestra diócesis. Ellos llevan meses preparándose para participar en la XXXVIII edición de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizará en Lisboa, Portugal, desde el 1 al 6 de agosto del 2023.
Los jóvenes son la esperanza de una sociedad mejor, de una Iglesia más viva. Ustedes son presente y son futuro. Me alegra ver cómo se han estado organizando, reuniendo fondos, orando y preparando el corazón para la JMJ que marcará sus vidas.
Tuve la gracia de asistir a 4 JMJ:
– Alemania, Colonia: julio 2005. Papa Benedicto XVI
– Australia, Sidney: julio 2008. Papa Benedicto XVI
– España, Madrid: agosto 2011. Papa Benedicto XVI
– Brasil, Río de Janeiro: julio 2013. Papa Francisco.
En las tres últimas fui invitado, por el Dicasterio para los Laicos, como Obispo Catequista, realizando tres catequesis temáticas en cada ocasión en diversas parroquias (9 catequesis).
En Alemania acompañé al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, catequística, quien me pidió predicar en una de las misas con peregrinos de distintos países de América Latina, después que él había ofrecido dos catequesis a diversos grupos el mismo día.
En esas jornadas, conocí comunidades locales vivas, acogedoras y devotas; a cientos de jóvenes de América Latina, a chilenos peregrinos, residentes en esos países… Las Misas de los chilenos fueron celebraciones llenas de fervor.
Rescato lo que dijo el Papa San Juan Pablo II respecto a la institución de las JMJ: “Todos los jóvenes deben sentirse atendidos por la Iglesia: por eso, que toda la Iglesia, en unión con el Sucesor de Pedro, se sienta cada vez más comprometida, a nivel mundial, con los jóvenes, con sus inquietudes y preocupaciones, con sus aperturas y esperanzas, para corresponder a sus expectativas, comunicando la certeza que es Cristo, la verdad que es Cristo, el amor que es Cristo (…)”.
Es lo que experimentamos en esos encuentros con los jóvenes, religiosas, sacerdotes. Encuentro con Cristo, conversiones, volver al ardor primero de la vocación, anunciar a Nuestro Señor.
Espero que esta experiencia les sea de mucho provecho y vuelvan con el espíritu encendido en misión. Escuchen con atención lo que Dios tiene para decirles a cada uno y qué es lo que quiere pedirles.
Son tantos los desafíos que tenemos como diócesis, que nos involucran a todos, como la drogadicción, violencia, pobreza, soledad, niñez vulnerada, falta de acceso a la educación y tantos otros problemas. Todos tenemos que ser parte de la solución y hacernos cargo como católicos en lo que podamos aportar, pero necesitamos especialmente la fuerza, energía y empuje de ustedes jóvenes para descubrir también nuevas y diferentes maneras de entregar el amor de Cristo a tantos que lo necesitan.
Que el entusiasmo de nuestra pastoral juvenil por ir a Lisboa, no solo en un viaje de paseo y para conocer distintas culturas, sino principalmente a compartir y vivir la fe, nos inspire a los más grandes a renovar la nuestra. Los encomiendo a la Santísima Virgen María y a San José, nuestro patrono, para que los acompañen, guíen y cuiden.
Con mi bendición,
+ Cristián Contreras Villarroel
Obispo de Melipilla