“Fue una experiencia muy gratificante”
Más de 30 jóvenes participaron durante el mes de enero en las misiones de verano 2023. Algunos provenían de la parroquia San Luis de Beltrán, otros de la parroquia de San Alberto de Sicilia y se sumaron también alumnas del Colegio Villa María Academy. El grupo se caracterizó porque todos viajaron desde Santiago a ser parte de este lindo encuentro, que se realizó en los sectores de Loica arriba, abajo y centro, además de El Yali, El Prado y La Manga.
Las misiones de verano 2023 fueron presididas por el Padre Marco Antonio Torres, quien coordinó y acompañó en todo momento a los participantes.
“Poder ayudar al resto es muy bueno para el alma”
César Josue, misionero que participó de la actividad comentó que “la experiencia fue muy gratificante. El poder ayudar al resto es muy bueno para el alma. Nosotros nos dividimos en dos sectores en el Yali y la capilla El Prado. Yo tuve la oportunidad de estar con los misioneros más jóvenes. Puedo decir que me conmovió ver a tantos niños en situaciones precarias, pero gracias a la iglesia que está ahí para apoyar y llegar a la gente, entregando diferentes actividades. El padre Marco nos llevó a un paseo con su comunidad para entrar más en contacto con ellos, lo encontré muy bueno de su parte, nos sirvió también para poder conectar con la gente y fue muy lindo. Luego los misioneros fuimos al puerta a puerta. Algunas personas nos recibieron y otras no. Pero el hecho de que alguien permita entrar en la casa y compartir la palabra, es muy lindo. También tuvimos la oportunidad de ir al Manzanito, un lugar de El Prado lleno de niños y familias venezolanas. Ellos no tienen nada, pero a uno lo invitan a comer lo que sea. También hicimos una procesión por el pueblo e invitamos a la gente que ojalá pueda participar”, comentó César.
Por su parte Flor Midillo, quien pertenece a la Comunidad de Misioneros de Jesús, dijo: “Doy gracias a Dios por este tiempo de misiones y de reflexión gracias al padre Marco, párroco de San Pedro, por invitarnos a participar. Estuvimos divididos en dos lugares: El Yali y El Prado e hicimos actividades con los niños y adultos. Visitamos casas, bendecimos, rezamos, almorzamos, fuimos muy regaloneados y nos acogieron muy bien. Gracias a todos por la confianza de entregarnos su capilla y su comunidad. Visitamos muchos hogares y nos vinimos con el corazón llenito de emoción”.
Finalmente, entre los misioneros se encontraba Ingrid Suazo, quien comentó: “Hemos recibido este llamado de llevar la noticia del reino de Dios trabajando los temas a tratar y reuniendo material de apoyo que fue difundido entre los niños, todo esto guiado por el padre Ignacio Gantt inspirado a llevar la noticia a las personas. Este año hemos sido convocados por el padre Marco e invitados a ser una extensión de sus brazos para dar a conocer las necesidades de las familias de la comunidad de San Pedro” comentó Ingrid y agregó en relación a su experiencia: “Me gustaría también agradecer a la escuela Enrique Reymond Aldunate, que era nuestra sede para dormir. Este año, conocimos a las familias e impartimos sacramentos, compartimos el gesto bíblico, visitamos a los enfermos e invitamos a los niños a participar, también jugamos con ellos por medio del evangelio. En las tardes sus papás los iban a buscar y a las 19:30 los invitábamos a una liturgia. Conocer las casas fue una tremenda inyección de energía, devoción, alivio y esperanza”.
Por su parte, el padre Ignacio Grampt de la parroquia San Pedro de Melipilla, capilla San Francisco del Yali y capilla Nuestra Señora la Merced de El Prado, comentó que fueron unos días hermosos, de acercamiento a la comunidad, a la gente, a las familias y hogares: “Nos hemos dado cuenta que visitando las casas en el nombre de Cristo muchas puertas se abren. Algunos cristianos y católicos estaban dormidos en su fe y descubren el gozo de ser cristianos y de vivir su palabra juntos en comunidad”.