CELEBRACIÓN DE 170 AÑOS DE LAS HERMANAS DE LA PROVIDENCIA EN LLOLLEO

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En una emotiva ceremonia de Eucaristía, el pasado 29 de junio, las religiosas de la Congregación, junto a ex alumnas, docentes y miembros de la comunidad se reunieron para celebrar el jubileo de las Hermanas de la Providencia en Llolleo. La Misa fue presidida por nuestro obispo don Cristián Contreras V., y concelebrada por destacados sacerdotes de la región.

 

En su homilía, nuestro obispo comenzó recordando la figura de la Sierva de Dios, Bernarda Morin, fundadora de la Congregación. Destacó su valiente vocación misionera y su dedicación a ayudar a los más pobres y necesitados en Chile. El legado de la Madre Bernarda, quien llegó a las costas de Valparaíso hace 170 años, sigue vigente y se refleja en la labor de las Hermanas de la Providencia en la educación, el cuidado de los desamparados y la evangelización.

 

El obispo elogió el coraje, la sabiduría y el amor incondicional con los que la Sierva de Dios hizo crecer la obra de Dios. Destacó la transformación de hogares de niños en colegios que imparten educación con un enfoque evangelizador y con el sello Providencia. Enfatizó la importancia de formar jóvenes capaces de contribuir a la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

 

El pastor también recordó la multitudinaria despedida que se le rindió a la religiosa cuando murió a los 96 años en 1929. Su fe inquebrantable en la Providencia, su entrega al servicio de Dios y su dedicación a sus hermanas y hermanos fueron motivo de admiración y un ejemplo de respuesta a la experiencia de Dios.

 

La celebración del jubileo de las Hermanas de la Providencia en Llolleo fue un momento de alegría y agradecimiento. El obispo instó a los padres y apoderados a derribar obstáculos para que los niños conozcan, amen y hablen de Jesús. Hizo un llamado a la comunidad educativa a colaborar con Dios en la formación de jóvenes que reconozcan a un Dios cercano, bondadoso y amoroso.

 

Don Cristian reconoció que las familias enfrentan dificultades y crisis, pero desde la educación católica se busca aportar y acompañar en la responsabilidad de los padres y apoderados. Animó a los jóvenes a comprometerse en la construcción de una sociedad mejor, entregándoles una educación cívica y fomentando su participación en asociaciones y formas de servicio. Asimismo, invitó a proyectar una imagen hermosa de Dios, reflejando el amor de padre y madre, para que los niños y jóvenes puedan encontrar en ella el amor divino.

 

La ceremonia concluyó con palabras de agradecimiento hacia las religiosas de la Providencia por su dedicación al anuncio del Evangelio. El obispo citó parte del libro del Eclesiástico y fortaleció una invitación a todos los presentes, especialmente a los estudiantes.

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