La Fiesta se extendió por trece días, congregando a miles de fieles y destacando la participación de diversas agrupaciones y autoridades locales.
Tradición y fe en San Antonio
La Parroquia San Antonio de Padua, ubicada en la comuna de San Antonio, fue el epicentro de una celebración que honra la memoria del santo portugués y paduano durante trece días, del 1 al 13 de junio. Este evento anual, que forma parte de la diócesis de Melipilla, ha evolucionado en una festividad que involucra a toda la comunidad.
El Padre Vicente Véliz R., quien llegó a la comuna hace diez años, transformó la celebración de un solo día en una experiencia de casi dos semanas. «San Antonio celebra a tu santo» fue el lema adoptado para reforzar la identidad y la devoción hacia el patrón de la ciudad.
Participación de la comunidad
Durante estos trece días, la parroquia se llenó de vida con la participación de diversas agrupaciones de fieles, instituciones de orden y seguridad, bomberos, voluntarios, comercios locales y cantores a lo divino. El P. Vicente comentó: «Cada grupo aportó desde su realidad, con coloridos uniformes, estandartes y una representación destacada, haciendo de esta fiesta parroquial una verdadera celebración comunal”.
Cada jornada estuvo a cargo de una comunidad cristiana, que se encargaba de las invitaciones, la celebración de la Santa Misa y el ágape fraterno. Uno de los días más significativos es el 13 de junio, que comienza con una misa para trabajadores, organizada por los Varones Madrugadores, e incluye el tradicional canto de las Mañanitas a San Antonio.
A las 10:00 horas, el desfile escolar reunió a delegaciones de colegios que desfilaron frente a las autoridades, seguido de una Misa escolar. Por la tarde, una caravana con la imagen del santo patrono recorrió diversas entidades públicas, culminando con una procesión por las calles céntricas de la ciudad y una solemne misa de clausura.
Un Evento multitudinario
La fiesta atrajo a unas 2.000 personas a lo largo de los trece días, con una asistencia notable de 300 personas en el día principal, a pesar de la lluvia. «En tiempos sin lluvia, llegamos a los 800 fieles asistentes», comentó el organizador. Las autoridades provinciales y comunales también se hicieron presentes, acompañando a los voluntarios, adultos mayores y el comercio local.
Este año, representantes de otras iglesias cristianas, miembros de la Mesa Interreligiosa y párrocos de otras parroquias de la comuna se unieron a la celebración. La participación de diferentes sectores de la sociedad refleja el espíritu inclusivo y comunitario de la festividad.
Ornamentación y actividades complementarias
La ornamentación del evento incluyó signos litúrgicos para resaltar al santo patrono y decoraciones específicas para cada día, aunque este año el templo estuvo más modestamente adornado.
Además de las misas, se realizaron muestras folklóricas, conciertos orquestales y corales, y actividades como la visita con el santo al cementerio parroquial para orar por los enfermos. La caravana por las distintas comunidades de la parroquia incluyó oración y una abundante recepción, mientras que la catequesis familiar permitió conocer más sobre la vida del Santo a través de dinámicas representaciones.
Durante la homilía del día final se destacó la importancia de la humildad y la gracia divina en el servicio comunitario. «El Señor elige a otros setenta y dos y en ello debemos sentirnos llamados, no como enviados a realizar un proyecto personal sino comunitario,» reflexionó el P. Vicente Véliz. Subrayó la necesidad de evitar la soberbia y siempre poner al Señor en el centro de todas las obras.
Esta celebración se ha consolidado como un evento que no solo celebra la fe, sino que también fortalece los lazos comunitarios. A través de la participación activa de diversas agrupaciones y la colaboración de las autoridades, la festividad sigue creciendo y manteniendo viva la devoción hacia el santo paduano, integrando a toda la comunidad en una celebración de trece días llena de fe, piedad y fraternidad.