Una celebración de fe y comunidad
La Fiesta de San Pedro, que tuvo lugar desde el 21 de mayo hasta el 30 de junio, se convirtió en un emotivo recorrido por las capillas de la comunidad. Durante este periodo, la imagen del santo patrono visitó 25 capillas, permaneciendo uno o dos días en cada una, sin importar las inclemencias del tiempo. Marcos Antonio Torres, párroco de San Pedro, destacó: «Incluso cuando llovía, la devoción de los feligreses lograba calmar la lluvia.» Las misas se celebraron en cada capilla, y los fieles expresaron su gratitud en el Libro de Acción de Gracias, destacando la oportunidad de conocer más sobre la vida de San Pedro.
El punto culminante de la festividad llegó el 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo. Desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde, la comunidad se reunió para celebrar una misa especial, que incluyó la participación de niños con capacidades diferentes, quienes deleitaron a los presentes con una batucada. » donde se celebró otra Liturgia con el diácono Ricardo Figueroa, quien también visitó varias capillas durante la festividad. «Hubo un muy buen acompañamiento de los agentes pastorales y la comunidad en general», comentó Torres. La organización estuvo a cargo de una comisión especial que coordinó cada visita y la liturgia, utilizando una camioneta con amplificación para motivar a la comunidad a participar activamente.
“La Fiesta de San Pedro la iglesia estaba llena de alegría y devoción», recordó P. Marco Antonio Torres. La misa contó con la presencia de Don Cristián; el alcalde, Emilio Cerda y su esposa, concejales y otras autoridades locales. También se transmitió por Facebook, extendiendo la celebración a quienes no pudieron asistir en persona.
La celebración no sólo reafirmó la fe de la comunidad, sino que también fortaleció los lazos entre sus miembros. La dedicación y el entusiasmo con que se llevaron a cabo las visitas y celebraciones en cada capilla reflejan el profundo sentido de pertenencia y devoción hacia el santo patrono. Esta celebración, marcada por la alegría y la gratitud, dejó un legado de unidad y esperanza en cada rincón de la comunidad. El P. Marco Antonio Torres resaltó: «San Pedro, con las llaves del cielo, nos acompaña siempre, recordándonos la importancia de la fe y la comunidad».