El pasado 28 de mayo, se realizó en todo el mundo la celebración de Pentecostés, esta es una fecha muy importante para la Iglesia Católica, y según la tradición se realiza 50 días después del Domingo de Ramos y en ella se conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y la Virgen María. Se recuerda la fuerza que reciben para salir a proclamar la palabra de Jesucristo por todo el mundo y se recuerdan los dones, entre ellos: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
Como manera de hacer presente la llama de fuego que representa esta importante celebración, se viste de rojo el altar y otros ornamentos, entre ellos velas.
La celebración de Pentecostés fue el 28 de mayo, en ella participaron 150 personas, entre jóvenes y adultos. Esta comenzó con la Vigilia y el Padre Víctor Fernández, comentó que la “misa de la vigilia, contempló un recorrido a través de las Sagradas Escrituras, de la presencia del Espíritu Santo en la historia de la salvación y cómo se volvió el cumplimiento de la Promesa del Señor de enviar al Paráclito, el Espíritu de la Verdad. Durante la celebración se hizo la liturgia de los dones del Espíritu Santo, llevando al altar cirios rojos encendidos, los cuales fueron presentados por distintos miembros de la comunidad, y al final se hizo un momento de adoración al Santísimo para invocar el espíritu sobre la comunidad, bendiciendo a cada uno de los presentes”, comentó el Párroco de la Catedral de nuestra diócesis.
El domingo, la celebración continuó con una misa en la que participaron más fieles y celebraron con gozo la gran fiesta del Espíritu. El Padre Víctor, además, comentó que “la ornamentación del templo estaba maravillosa, y disponía desde la belleza exterior adentrarse en la fuerza que nos da el Santo Espíritu” palabras que describen la belleza de la celebración.