Por Felipe Tomás Martínez Carrasco / Parroquia Inmaculada Concepción de Talagante
La Eucaristía del domingo 10 de septiembre marcó un nuevo hito en el camino de preparación al bicentenario de la parroquia Inmaculada Concepción de Talagante.
Al mediodía, y con la presencia del Nuncio Apostólico, monseñor Alberto Ortega Martín, el obispo de la diócesis San José de Melipilla, monseñor Cristián Contreras Villarroel y los sacerdotes de la parroquia, el Párroco Gustavo Aravena y el Vicario Geovanni Umaña, la comunidad local compartió la ceremonia de bendición de 5 de las campanas que coronarán la torre de 36 metros que ya se levanta para reponer la que de destruyó producto del terremoto de 1985.
Durante la Santa Misa, en la que participaron representantes de todas las pastorales, autoridades locales y feligreses de la comunidad talagantina, el representante del Papa Francisco bendijo las campanas que, como parte del rito, también fueron tañidas por representantes de grupos pastorales.
Los asistentes pudieron escuchar las notas de las campanas identificadas como Inmaculada Concepción, San José, San Miguel Arcángel, Santo Ángel de la Guardia y Santa Teresita de Los Andes.
El representante del Papa, monseñor Alberto Ortega, manifestó que fue una gran alegría poder compartir la celebración para un día tan significativo de la parroquia, con lo que catalogó como una participación muy bonita, que es la expresión de la vida de la Iglesia.
“Nos reunimos, nos llenamos del amor de Dios y salimos a anunciarlo, como las campanas que hemos bendecido que nos convocan para luego llevar este anuncio a nuestros hermanos y hermanas”, dijo.
“Es una invitación a vivir el don de la vida comunitaria, de la vida parroquial para cada uno de nosotros y también una fuente de bendición para todos los demás”, agregó al finalizar la actividad y antes de regresar a Santiago muy agradecido por la recepción de los talagantinos y talagantinas.
De igual modo, el Obispo de San José de Melipilla, monseñor Cristián Contreras Villarroel, refirió al sentido que tienen las campanas para la Iglesia. “Las campanas convocan al pueblo y el pueblo necesita escuchar el sonido que los convoque, porque somos una comunidad. La parroquia va a cumplir 200 años y este es un hermoso inicio para comenzar a celebrar”, dijo.
Luego de la Eucaristía, la comunidad talagantina se reunió en el jardín de las instalaciones de la parroquia para compartir un consomé, bailar cueca con un esquinazo a cargo de la Agrupación Folclórica Santa María de Talagante y saludar al nuncio que, por primera vez, visitó la comuna.