Muy bienvenidos al Claustro de San Agustín, actualmente sede de la Curia del Obispado de Melipilla, para después acudir al frontis de nuestra querida iglesia de San Agustín, la que ha visto pasar la historia de Chile entre sus paredes.
Hoy hemos decidido abrir el templo de San Agustín para que sus hijos, y toda la comunidad de Melipilla, nos reencontremos con ella, recordar sus vivencias trascendentes y atesorar los recuerdos que tienen en este venerado e histórico templo.
También invitamos a quienes no conocen y nunca entraron a San Agustín, para que puedan conocerla y recorrerla, pues ella guarda la memoria de sus padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, y por ello, es un tesoro que todos estamos llamados a valorar y a cuidar.
La iglesia de San Agustín data de 1749 y es el único edificio fundacional de la ciudad y uno de los pocos que quedan en Chile, y por ello, fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1988. Es el único Monumento Histórico que tiene Melipilla y por eso, hago un llamado a toda la comunidad, sin distinción, para que lo aprecien y nos ayuden a recuperarlo.
Sabemos que muchos de quienes nos acompañan, verán con tristeza el estado actual en el que se encuentra el templo, y es justamente por ello, que decidimos abrirla. Para que sientan junto a nosotros, la gran pérdida y el vacío que el terremoto de febrero de 2010 nos dejó.
La diócesis de Melipilla, cuyo patrono es San José, está comprometida socialmente con toda la comunidad de Melipilla. Por eso, queremos recuperar el rol que San Agustín ha jugado en la historia de nuestra ciudad y en la historia de Chile, no sólo como Iglesia Católica, sino como lugar de encuentro y de valor patrimonial, ya que San Agustín constituye un hito de fe popular y celebración, que permite convocar a la comunidad acogiendo a todos.
Como Obispado, no perdemos las esperanzas de que la Virgen del Carmen y Santa Rita de Casia, vuelvan a su lugar dentro de San Agustín. Hoy verán los nichos vacíos, pero esperamos que muy pronto puedan volver a ser el lugar de devoción y entrega que siempre fue. Y no perdemos las esperanzas de que la procesión de la Virgen del Carmen en el mes de octubre, vuelva a salir de esta antigua iglesia para celebrar también, la fundación de nuestra querida ciudad.
Pido a ustedes que en este templo se cumpla la invitación de Jesucristo: “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y Yo les daré descanso” (San Mateo 11, 28).
Encomiendo este proyecto de restauración a la Virgen del Carmen, a San José patrono de la diócesis y protector de la ciudad y a San Agustín.
Fuente: Comunicaciones Diócesis San José de Melipilla
video: @melipillaoculto