Domingo Universal de Misiones: una fiesta de unión familiar

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La Diócesis de San José de Melipilla celebró el Domingo Universal de Misiones con una jornada que unió a familias, comunidades y generaciones en un llamado al compromiso misionero.

El pasado domingo 20 de octubre, la Parroquia de San Pedro, en la Diócesis de San José de Melipilla, fue el centro de una celebración llena de fe, alegría y espíritu misionero. En el marco del Domingo Universal de Misiones, y bajo el lema «Vayan e inviten a todos al banquete», más de un centenar de niños, adolescentes y sus familias se congregaron para vivir una jornada marcada por el compromiso de llevar el Evangelio a todos los rincones. La convocatoria reunió a comunidades de San Antonio, Peñaflor, Malloco, El Monte, Melipilla y San Pedro, en un verdadero testimonio de unión diocesana y proyección misionera.

 

Desde temprano, el ambiente de celebración se sintió en la parroquia, donde los organizadores prepararon un desayuno para los asistentes, ofreciendo un espacio de convivencia y acogida. Los cánticos, oraciones y consignas misioneras resonaron entre los presentes, creando un ambiente de alegría y sentido comunitario que dio inicio a esta jornada misionera.

 

“La comunidad entera, y especialmente los niños, viven la fe de forma alegre y comprometida; este día es un recordatorio de que el llamado a la misión es para todos,” expresó el Padre Marco Antonio Torres, Director Diocesano de Misiones, quien acompañó a la comunidad en cada momento de la jornada.

 

Uno de los momentos más emotivos y pedagógicos fue la presentación de los títeres Jacinto y Jacinta Misioneros, quienes, a través de una dinámica educativa, acercaron a los niños al significado de la Eucaristía. Este acto captó la atención de los más pequeños, transmitiendo un mensaje profundo sobre la centralidad de la Eucaristía en la vida cristiana.

 

La jornada continuó con una peregrinación hacia un sector cercano, durante la cual los pequeños misioneros caminaron por las calles entonando cantos de paz y esperanza. “Este recorrido fue una forma de expresar nuestro compromiso con Cristo y de compartir con la comunidad el mensaje de fraternidad y amor”, señaló el Padre Marco Antonio. Los vecinos del sector fueron testigos del fervor y la entrega de estos pequeños misioneros, un reflejo vivo de la vocación misionera.

 

Al regresar a la parroquia, los asistentes se reunieron para un momento de adoración al Santísimo Sacramento. En el silencio de la oración, cada persona renovó su fe y compromiso con la misión. Este momento culminante fue seguido de una Misa presidida por el Padre Marco Antonio Torres, junto a los diáconos Eduardo Zelada y Ricardo Figueroa, en la que las comunidades presentes participaron activamente. La Eucaristía fue el corazón de esta Fiesta Misionera, y un llamado claro a que cada cristiano sea un misionero.

 

“Esta jornada nos recuerda que la misión es una tarea compartida; no es responsabilidad de unos pocos, sino de todos, porque todos somos misioneros desde el

 Bautismo,” declaró el Padre Marco Antonio en su homilía, resaltando el espíritu de comunión y alegría que marcó toda la jornada.

 

Al finalizar, cada participante recibió un recuerdo, símbolo de su dedicación y de su compromiso con la misión, antes de trasladarse al Parque Comunal, donde compartieron un almuerzo fraternal al aire libre. En este cierre de la jornada, la convivencia y la alegría fueron el sello final de más de cinco horas de fe, trabajo y unidad.

 

Este Domingo Universal de Misiones quedará en la memoria de todos los presentes como una experiencia de profunda fe y comunidad, que renueva el compromiso de invitar a todos al banquete del amor de Cristo. Una tarea que nos recuerda que, en el llamado de Dios, “todos somos misioneros».

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