Melipilla celebra el Mes de María con procesiones y misas que reúnen a la comunidad en devoción y esperanza.
Desde el 8 de noviembre y hasta el 8 de diciembre, la Catedral de Melipilla se llena de fieles que, a través del Rosario del Alba y diversas actividades, expresan su amor por la Virgen María. En palabras del Padre Víctor, Vicario de la Catedral, esta celebración permite a los fieles vivir un mes de unión y esperanza.
Este año, la tradición del Mes de María comenzó con gran fuerza en la Catedral de Melipilla. El pasado 8 de noviembre, la celebración de apertura reunió a numerosos fieles tanto en la misa de mediodía como en la jornada vespertina. El sábado siguiente, se realizó el primer Rosario del Alba, que comenzó a las 6 de la mañana, congregando a cerca de 100 personas en una procesión llena de devoción y amor mariano. “Este amor por la Virgen se manifiesta con fervor, especialmente en el pueblo más sencillo, que encuentra en María un consuelo y una madre cercana”, comentó el Padre Víctor.
Cada sábado, la comunidad se reúne en distintos lugares para rezar el Rosario del Alba, seguido de la Santa Misa. La procesión lleva la imagen de la Virgen María en andas, recorriendo las calles y culminando en una misa de campaña, un gesto que reúne y fortalece el sentido de comunidad. El segundo Rosario se dirige hacia la capilla Sagrado Corazón, el tercero a la Villa Las Margaritas, y el cuarto al sector Maravillas-Sotomayor. “Cada jornada tiene una intención especial y es asumida por un grupo pastoral distinto, fortaleciendo el compromiso de cada comunidad con la fe y el amor a María”, explicó el Padre Víctor.
La figura de María, Madre de Dios y de todos, convoca a los fieles con un mensaje de consuelo y esperanza, siendo un pilar fundamental para quienes buscan acercarse a la fe y encontrar paz en sus corazones. “María nos invita a vivir la fe, la esperanza y el amor con una comunidad unida y cercana. En ella encontramos dulzura y consuelo, especialmente en tiempos de dificultad,” reflexionó el Padre Víctor.
El altar de la Virgen en la Catedral fue decorado con esmero por los fieles, quienes prepararon el espacio para recibir a los devotos durante todo el mes. La iglesia se viste de festividad, en un esfuerzo comunitario que resalta la belleza y el respeto con el que se celebra a María.
El Padre Víctor invitó a toda la comunidad a participar de estos espacios de celebración, que buscan no solo honrar a la Virgen, sino también fortalecer la unión entre los fieles y la fe en Dios.