Como cada año en octubre, Melipilla rindió homenaje a la Virgen del Carmen con una procesión que recorrió las calles de la ciudad, recordando la devoción traída por los Agustinos hace siglos y uniendo el fervor religioso con el aniversario de la comuna.
El pasado 13 de octubre, Melipilla se llenó de devoción y gratitud en la tradicional procesión de la Virgen del Carmen. Esta fecha, elegida desde tiempos antiguos por la comunidad en memoria de los padres agustinos, es una muestra del fervor mariano que ha perdurado en la ciudad a través de generaciones. Al coincidir con el aniversario de Melipilla, celebrado el 11 de octubre, la fiesta adquirió un carácter especial, y cientos de fieles se reunieron para participar en este encuentro religioso tan esperado.
“La procesión de la Virgen del Carmen en Melipilla no es solo una tradición; es una devoción arraigada en el corazón de los melipillanos, una oportunidad para recordar nuestras raíces y unirnos en oración,” señaló el P. Víctor, párroco de la Catedral de Melipilla, quien acompañó a la comunidad en cada momento de la jornada.
La jornada comenzó con una solemne misa en la Catedral, donde el mensaje fue claro: la Virgen del Carmen es guía, esperanza y amparo para los melipillanos. Asimismo, se hizo un llamado a asumir juntos la responsabilidad de construir un país justo y solidario, promoviendo la unidad y la paz en la comunidad. Al salir la imagen de la Virgen, las calles se llenaron de vida y color; el Orfeón Municipal y la Banda de Guerra del Colegio San Agustín animaron el recorrido, mientras que los fieles entonaban cantos de fe y gratitud. Entre los asistentes se contaron entre 800 y 900 personas de distintas parroquias, grupos religiosos y comunidades, como la Tercera Orden de la Mercedaria, la Sociedad Obrera de San José y la Infancia Misionera.
“Este año, el mensaje de esperanza fue central: contamos siempre con el auxilio de nuestra Madre, y somos corresponsables de la marcha de nuestro país. Es nuestro deber poner todo el empeño en querer llevar adelante nuestra ciudad,” añadió el P. Víctor, destacando la importancia del compromiso ciudadano.
A lo largo del recorrido, la imagen de la Virgen fue recibida con emoción y gestos de respeto. En la Plaza de Armas, se hizo una oración especial por las autoridades y por las elecciones venideras, y se elevaron plegarias en la iglesia de San Agustín, actualmente en proceso de restauración. Al llegar al centro, la Tercera Compañía de Bomberos de Melipilla rindió homenaje a la Virgen con un arco floral y los jóvenes de la catedral lanzaron globos desde el campanario, una muestra de agradecimiento y devoción que emocionó a todos los presentes.
Para el P. Víctor, la presencia de los más pequeños en esta celebración fue un símbolo de continuidad y tradición. “La devoción a la Virgen del Carmen está profundamente entrelazada con nuestras tradiciones; ver a los niños vestidos de huasos y chinas fue un hermoso recordatorio de que la fe también se vive en nuestra cultura y en la identidad de nuestra tierra,” expresó, refiriéndose a los niños que llegaron vestidos con atuendos tradicionales.
La devoción a la Virgen del Carmen en Melipilla, concluyó el P. Víctor, “es un regalo de los Agustinos que debemos proteger y fomentar, porque es parte de nuestra vida cristiana y de la historia de Melipilla.” Este año, al recorrer las calles y unirse en oración, la comunidad renovó su compromiso de cuidar esta fe y construir una comunidad unida, confiando en la protección de la Virgen del Carmen, quien vela por Melipilla y sus habitantes.