La Serena fue el epicentro de una vibrante expresión de fe y comunidad con el inicio de la Jornada Nacional de la Juventud (JNJ) 2025, que reunió a miles de jóvenes de todo Chile en el Parque Pedro de Valdivia.
Bajo el lema “Voces de Esperanza”, los participantes vivieron momentos de oración, música y comunión, destacando el entusiasmo y compromiso de la juventud con la Iglesia.
Desde la Diócesis de Melipilla, la Pastoral Juvenil y Vocacional tuvo una destacada participación. Un grupo de peregrinos vivió intensamente cada jornada, mientras que Aileen y Yanira formaron parte del equipo organizador a nivel nacional, colaborando en logística y contenido. Asimismo, el seminarista Miguel Aguilera, como encargado de la delegación, acompañó a los jóvenes en este encuentro de fe.
El evento fue presidido por Mons. René Rebolledo, arzobispo de La Serena, y Mons. Galo Fernández, quienes animaron a los jóvenes a vivir su vocación con alegría y entrega. La jornada inaugural incluyó la celebración de la Eucaristía y una peregrinación con representantes de diversas delegaciones, resaltando el espíritu de unidad y fraternidad.
Desde Melipilla, se compartieron testimonios de gratitud y alegría. "Nuestra diócesis tiene una juventud que ama a Cristo y da la vida por anunciarlo, expresó
Aileen Alday, destacando el entusiasmo de los participantes. Por su parte, Yanira Hernández comentó que esta experiencia los ha renovado como Iglesia joven y los motiva a seguir trabajando para Cristo.
La JNJ 2025 continuó hasta el 26 de enero, con diversas actividades, momentos de formación y celebraciones litúrgicas. El evento concluyó con una Misa en el Faro Monumental, donde los jóvenes reafirmaron su compromiso de ser testigos de la fe en sus comunidades.
Este encuentro ha sido posible gracias al esfuerzo del equipo organizador y al apoyo de obispos, sacerdotes y líderes que han acompañado a los jóvenes en este camino.
En especial, se agradece el trabajo del P. Manuel Quiroz, del seminarista Miguel Aguilera, y de todos quienes han contribuido a hacer de esta jornada un momento inolvidable de encuentro con Dios y con los hermanos.