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Un gran aprendizaje para quienes participan llevando la palabra de Dios.

 

Durante las dos primeras semanas de enero, en las hermosas localidades de Loica arriba y centro, ambas pertenecientes a la Parroquia de San Pedro, se vivieron días de festividad y alegría gracias al entusiasmo llevado por los misioneros que fueron a compartir la palabra de Dios, a través de diferentes actividades, como conversaciones, peregrinaciones, show de talentos, deliciosos ágapes y más.

 

Las misiones de verano fueron encabezadas por el Padre Marco Antonio Torres, apoyado por el Padre Ignacio Gramsch Labra y toda la comunidad de adultos que asistieron durante estos inolvidables días.

 

Por su parte, Sergio Barrales Castro, perteneciente a los Misioneros de Jesús, una comunidad que lleva más de 10 años sirviendo y compartiendo la alegría de llevar el evangelio de nuestro Señor, comentó que esta experiencia para él lo hizo sentir  “muy regalados, sobre todo del Señor y de nuestra madre la Santísima Virgen María que nos acoge, nos acompaña y nos cubre cada día”, comentó Barrales, y también explicó que este trabajo de amor, fue preparado durante todo el año juntando dinero y materiales de trabajo. También comentó algunas de las actividades que se realizaron durante estos días: “Se trabaja con los jóvenes, niños y adultos. Visitamos los lugares llevando la palabra del señor. También realizamos misa todos los días y liturgia; además procesión de la Virgen y vía crucis. Añadido a esto realizamos el festival de los talentos, que es una actividad donde los misioneros y las comunidades hacen un pequeño show de mucha alegría, actividades de recreación, dulces para los niños, finalizando con una gran fiesta”, comentó Sergio Barrales y agregó: “Es un gran regalo del Señor poder compartir esa alegría de Dios, de Jesús. Con ese amor que no cansa ni se cansa”, concluyó.

 

Durante las misiones, los niños tuvieron un importante espacio para poder compartir y escuchar la palabra de Dios. Ingrid Medel, misionera, contó que para los niños era una instancia de distraerse y pasarlo bien, ellos aprendían y disfrutaban. “Los monitores al día siguiente les preguntaban a los niños en qué tema quedaron y ellos recordaban perfectamente, y después compartían con sus padres, quienes también nos comentaban de los nuevos conocimientos”, comentó Ingrid. Para los adultos también había actividades como el rezo del rosario, la celebración de la Misa, y luego talleres para profundizar los temas trabajados. Ingrid detalla: “Una vez más, las misiones han sido una instancia de poder acercarse a la comunidad, acercar al Señor y poder brindarles este servicio que significa llevarle la palabra de Él. La esperanza es por medio de su palabra y poder acompañarlas y escucharlos ya que es una instancia importante donde el Señor está ahí con ellos”, comentó. 

 

Para los participantes, las misiones de este verano cerraron con un saldo positivo. Se logró entregar momentos de escucha, empatía, cariño y amor a todos quienes participaron. Para Flor Meriño, quien participó de las misiones, comenta que se podrían definir las misiones como un momento de unión gratificante que espera que siga en el tiempo: “Seguir unidos en oración con la gente de Loica fue muy gratificante y emocionante, además muy bonito acompañar al Padre Marco porque nos contagia de su alegría, fuerza y amor que le tiene al Señor. Uno se va muy contenta de conocerlo, de estar con él y confiamos en el buen Dios que sigamos misionando y que nosotros sigamos sintiendo ese llamado que nos hace el Señor a ir a otros lugares”. Por su parte, María Elena, misionera, hizo énfasis en la culminación de las misiones: “Se sintió ese cariño y ese agradecimiento por haber llegado a cada hogar. También destaco la buena acogida que tuvimos con algunos hermanos que nos invitaron a almorzar y que nos regalaron su tiempo”. 

 

Estas actividades dejan los corazones llenos y agradecidos, como es el caso de César Raúl parte de las personas que participó en las misiones, enfatizó: “Las misiones siempre son una tremenda experiencia positiva con la cual tengo que dar gracias a Dios por tener esta oportunidad que me enriquece mucho en lo personal y me ayudan a adquirir experiencias en la escucha de las personas. Me vine muy satisfecho, muy lleno de alegría, muy lleno de esperanza”, concluyó. 

 

Recuadro

 

Los más jóvenes también ayudan a la comunidad.

 

En diciembre 2023 fueron a la parroquia San Pedro, alumnos del colegio My Flower School acompañados de profesores, a misionar en el recinto al interior de la parroquia, llamado El Manzanito, en donde residen alrededor de 40 familias migrantes.

La misión de este grupo consistió en realizar visitas a las casas del sector y realizar dinámicas con los niños y otras con los adultos, con la finalidad de celebrar la fiesta de navidad, donde todos pudieron disfrutar de un momento de felicidad y amor. Además se realizó la entrega de regalos a los pequeños. 

El Padre Marco Antonio Torres, comentó en relación a esta experiencia. “Nuestro agradecimiento, felicitaciones y profundo respeto a este colegio y los integrantes de la misión, por la inmensa labor realizada con dedicación, entrega, generosidad y de forma desinteresada”.

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