NOCHEBUENA SE VIVIÓ CON ALEGRÍA Y DEVOCIÓN EN LA CATEDRAL DE MELIPILLA

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Con una celebración colmada de fieles, la misa de Nochebuena en la Catedral de
Melipilla fue un encuentro cargado de espiritualidad y esperanza, centrado en el
nacimiento de Jesús y en la invitación a vivir la gracia de la Navidad.
La noche del 24 de diciembre, más de 700 personas, entre familias, jóvenes, niños
y adultos, se reunieron en la Catedral de San José de Melipilla para participar en la
tradicional misa de Nochebuena. Con un ambiente lleno de fervor, la comunidad
celebró el misterio del nacimiento de Cristo, acompañado por cantos, oraciones y una
ornamentación que invitaba a los fieles a adentrarse en el misterio de esta noche santa.
“La catedral estaba llena de vida, con las imágenes del pesebre como centro de esta
celebración, recordándonos que contemplamos a Cristo naciendo de María la Virgen”,
comentó el Padre Víctor Fernández, destacando la presencia de figuras como Jesús,
María, José, los pastores y todos los elementos que rodean el nacimiento del Salvador.
Un mensaje de luz y esperanza
Durante la homilía, Monseñor Cristián Contreras Villarroel V. invitó a los fieles a acoger
con alegría el misterio de la Encarnación. “Él nos exhortó a vivir este tiempo de Navidad
como un tiempo de gracia, acogiendo a Jesucristo, que viene a disipar las tinieblas y a
traer la luz a nuestros corazones”, agregó el Padre Víctor.

En sus palabras, Monseñor Cristián Contreras citó al Papa Benedicto XVI, recordando
que Jesucristo nos muestra el rostro humano de Dios y el rostro divino del hombre.
Además, aludió al prólogo del Evangelio de San Juan, resaltando que Cristo ha revelado
el rostro del Padre.
La celebración estuvo marcada por gestos significativos, como el ingreso de la imagen
del Niño Jesús, llevada por jóvenes junto a flores, incienso y velas, mientras la comunidad
entonaba el himno “Gloria”. Este acto simbolizó el nacimiento del Salvador y su deseo
de habitar en los corazones de los fieles.
El coro parroquial, con villancicos y canciones litúrgicas, llenó de alegría el templo,
mientras las ofrendas incluían el logo del Jubileo que comenzó el 29 de diciembre en la
Catedral, llevado por jóvenes junto a cirios como signos de esperanza a la cual invita el
Papa en este 2025.
El P. Víctor Fernández comentó que la misa culminó con el canto de “Noche de Paz”, un
momento de profunda oración en el que se elevaron intenciones especiales y se centró
la mirada en el pesebre. “Fue una celebración cargada de emotividad y espiritualidad,
un verdadero encuentro con el amor de Dios que se hace hombre para nosotros”.
La misa de Nochebuena en la Catedral de Melipilla no solo reunió a la comunidad en
una noche de fiesta, sino que dejó un mensaje claro: vivir la Navidad como un tiempo de
gracia, acogiendo a Jesucristo como la luz que transforma nuestros corazones.

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