Según Alonso Ramírez, coordinador de Pastoral Juvenil y ministro, de la Parroquia Francisco de Asís de El Monte, una de las instancias donde la comunidad participó más fue el Sábado Santo “con la llegada de mucho pueblo fiel con sus cirios y velas, incluso con gente en las afueras del templo. Se sintió la alegría de lo que significa la Vigilia Pascual”.
En la oportunidad, se tocaron las campanillas y también el campanario. “Es una misa llena de símbolos que se percibe de forma diferente. El pueblo fiel espera la resurrección del Señor en comunidad. Realmente se ve alegría en la gente, es una misa extensa pero que la gente añora. Van familias enteras con sus niños, no solo adultos mayores”, agregó.
“Se realizan celebraciones no solo en el centro, sino también en las comunidades más grandes viven esta liturgia tan especial para nuestra Iglesia. La gente de verdad goza esta fiesta. Es un compartir fraterno desde principio a fin”, explicó.
Este año además fue la última Pascua junto al diácono Julio Sepúlveda, quien retornó a su tierra natal. “Estuvimos llenos de esta sensación de despedida pero también de alegría de celebrar todos estos años que él nos pudo acompañar y que él brindó este lindo servicio por medio del diaconado a nuestra comuna. Tal como él llevó el cirio pascual en el rito inicial, él también obró en nuestra comuna entregando esta luz de servicio y vocación a diferentes pastorales”, finalizó.