En un esfuerzo por honrar y proteger la herencia cultural de la Iglesia en la Diócesis de San José de Melipilla, se llevó a cabo el lanzamiento de los Tomos I y II dedicados a la conservación del patrimonio eclesiástico. Este proyecto, fruto de un minucioso trabajo de investigación y registro, refleja la riqueza histórica y espiritual que nuestra Iglesia ha custodiado a lo largo de
los siglos.
Más que un simple inventario, estos libros son un testimonio vivo de la fe y las tradiciones que han moldeado a nuestras comunidades. Incluyen el registro detallado de 2.366 objetos patrimoniales distribuidos en 31 parroquias y sus capillas, catalogados según estándares internacionales. Estos tomos no solo identifican las piezas, sino que también
destacan su valor artístico, histórico y devocional, fomentando su conservación y difusión.
Durante el evento, Monseñor Cristián Contreras Villarroel subrayó la importancia de este hito: “La preservación de nuestro patrimonio es esencial para transmitir a las futuras generaciones no solo la belleza del arte sacro, sino también el mensaje de fe que encierra cada obra.”
El proyecto, liderado por expertos en historia y gestión cultural, contó con la colaboración de sacerdotes y laicos, y busca no solo proteger el patrimonio de amenazas como el tráfico ilícito, sino también promover su uso en la evangelización. Como expresó Claudio Díaz Vial, responsable del proyecto: “Cada pieza cuenta una historia que enriquece nuestra identidad y fortalece nuestro compromiso con la fe.”
Estos tomos invitan a nuestras comunidades a redescubrir el significado de estos tesoros y a asumir una responsabilidad compartida en su cuidado. El arte y la fe se encuentran en cada página, recordándonos que nuestra herencia es un puente entre el pasado y el futuro, entre la tradición y la esperanza.
El lanzamiento culminó con una reflexión sobre la necesidad de establecer protocolos claros para la conservación y el uso del patrimonio, asegurando que este legado siga siendo una fuente de inspiración espiritual y cultural. Que estos tomos se conviertan en un símbolo de nuestro compromiso con la fe viva que nos une como Iglesia y comunidad.
