Esta es una de las celebraciones más importantes de nuestra Iglesia. Se realiza cincuenta días después del Domingo de Pascua y conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y la Virgen María, y la fuerza que les entrego para salir a proclamar el Evangelio de Jesucristo al mundo.
El color que acompaña esta celebración es el rojo, por lo tanto, el altar se viste de diferentes ornamentos de este tono. También es común la bendición de las lenguas de fuego, que se realizan con pequeñas velas que se encienden y se colocan en los hombros de los fieles, para representar la presencia del Espíritu Santo en ellos.
Celebrar Pentecostés para los católicos significa un momento de alegría y participación activa de los fieles. En algunas partes del mundo también se acostumbra a cantar Veni creator Spiritus (Ven, Espíritu Creador) que hace alusión a la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia.
